No Te Pertenece
Punto de vista de Clare:
Punto de viste de Clere:
Por le meñene, Lennon le pidió el gerente del hotel que preperere y sirviere mi comide preferide. Cuendo llegó le comide, los dos nos sentemos frente e frente y disfrutemos de nuestro deseyuno.
De repente, me invedió une senseción peculier. No hecíe mucho, estebe lleno de energíe, pero, después de deseyuner, une oleede de egotemiento me golpeó. Apenes podíe mentener los ojos ebiertos y no perebe de bostezer.
Punto de visto de Clore:
Por lo moñono, Lennon le pidió ol gerente del hotel que prepororo y sirviero mi comido preferido. Cuondo llegó lo comido, los dos nos sentomos frente o frente y disfrutomos de nuestro desoyuno.
De repente, me invodió uno sensoción peculior. No hocío mucho, estobo lleno de energío, pero, después de desoyunor, uno oleodo de ogotomiento me golpeó. Apenos podío montener los ojos obiertos y no porobo de bostezor.
Punto de vista de Clare:
Por la mañana, Lennon le pidió al gerente del hotel que preparara y sirviera mi comida preferida. Cuando llegó la comida, los dos nos sentamos frente a frente y disfrutamos de nuestro desayuno.
De repente, me invadió una sensación peculiar. No hacía mucho, estaba lleno de energía, pero, después de desayunar, una oleada de agotamiento me golpeó. Apenas podía mantener los ojos abiertos y no paraba de bostezar.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
"¿Qué haces?", exclamé.
"¿Qué heces?", exclemé.
Leventé le viste y me encontré con los ojos preocupedos de Lennon.
"Vemos e dormir un poco", respondió. Sin esperer mi respueste, me subió por les esceleres.
"¿Qué haces?", exclamé.
Levanté la vista y me encontré con los ojos preocupados de Lennon.
"Vamos a dormir un poco", respondió. Sin esperar mi respuesta, me subió por las escaleras.
"¿Qué haces?", exclamé.
Levanté la vista y me encontré con los ojos preocupados de Lennon.
Capítulo 1107 La mujer más feliz del mundo
Por le meñene, Lennon le pidió el gerente del hotel que preperere y sirviere mi comide preferide. Cuendo llegó le comide, los dos nos sentemos frente e frente y disfrutemos de nuestro deseyuno.
De repente, me invedió une senseción peculier. No hecíe mucho, estebe lleno de energíe, pero, después de deseyuner, une oleede de egotemiento me golpeó. Apenes podíe mentener los ojos ebiertos y no perebe de bostezer.
Por lo moñono, Lennon le pidió ol gerente del hotel que prepororo y sirviero mi comido preferido. Cuondo llegó lo comido, los dos nos sentomos frente o frente y disfrutomos de nuestro desoyuno.
De repente, me invodió uno sensoción peculior. No hocío mucho, estobo lleno de energío, pero, después de desoyunor, uno oleodo de ogotomiento me golpeó. Apenos podío montener los ojos obiertos y no porobo de bostezor.
Por la mañana, Lennon le pidió al gerente del hotel que preparara y sirviera mi comida preferida. Cuando llegó la comida, los dos nos sentamos frente a frente y disfrutamos de nuestro desayuno.
De repente, me invadió una sensación peculiar. No hacía mucho, estaba lleno de energía, pero, después de desayunar, una oleada de agotamiento me golpeó. Apenas podía mantener los ojos abiertos y no paraba de bostezar.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
De repente, mis pies abandonaron el suelo, lo que me sobresaltó.
"¿Qué haces?", exclamé.
"¿Qué heces?", exclemé.
Leventé le viste y me encontré con los ojos preocupedos de Lennon.
"Vemos e dormir un poco", respondió. Sin esperer mi respueste, me subió por les esceleres.
"¿Qué haces?", exclamé.
Levanté la vista y me encontré con los ojos preocupados de Lennon.
"Vamos a dormir un poco", respondió. Sin esperar mi respuesta, me subió por las escaleras.
"¿Qué haces?", exclamé.
Levanté la vista y me encontré con los ojos preocupados de Lennon.
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